agosto 16, 2009

Capítulo 3 “Buenas Compañías"


***Capítulo 3 “Buenas Compañías”
***

Cerré mis ojos por un instante, y al abrirlos me encontraba nuevamente en mi habitación; me levanté sobresaltada y creo que hasta solté un grito. Mi madre entró rápidamente en mi habitación y fue hasta mí; me encontraba empapada en sudor y mi respiración era muy irregular, casi podía sentir que el corazón se me salía del pecho. Mi madre limpió el sudor de mi cara y me abrazó como hace tanto tiempo no hacía, confortándome como a una niña pequeña, susurrándome cosas como: “Estas bien”, “sólo fue una pesadilla”, “no pasa nada”, y logró tranquilizarme un poco, pero aquellas horribles imágenes habían dejado huella en mi memoria.

No pude conciliar el sueño en todo lo que restaba de la noche, rodaba por mi cama, tratando de encontrarle algún significado a aquello, porque suponía alguno debía de tener. Las 7:00am llegaron y decidí en lugar de estar dando vueltas por la cama sin conseguir nada, irme a tomar una ducha de agua caliente. Me sentó de maravilla, ya que logró alejar un poco la conmoción que sentía por aquellas escenas.

Bajé a desayunar, y el lugar como ya era costumbre, se encontraba vacío; mis padres hace no mucho tiempo se habían ido a sus respectivos trabajos. ¿Cuándo podríamos volver a tener una comida familiar, o un simple momento juntos?, definitivamente eso era algo de lo que no tendría respuesta pronto. En los últimos cuatro años, nuestra pequeña familia de tres integrantes había sufrido una desintegración, todo a causa del trabajo. Como ya era costumbre iba a desayunar sola; fui hasta la alacena por el cereal y un tazón, cuando lo hube preparado me dispuse a comer, en una hora llegarían Julissa y Aline; En verdad no me apetecía estar con nadie, no sabía porque, pero así era; mandé un mensaje de texto a Julissa diciendo que hoy prefería ir a la escuela caminando, y que allá nos veríamos; tomé mi mochila y salí de la casa.
Caminaba mirando hacia arriba a las copas de los árboles, eran lindos y con el sutil movimiento del viento, aun mas. Un escalofrío hizo erizar la piel de mis brazos y la parte baja detrás de mi cabeza, instintivamente volteé hacia atrás, pero no encontré a nadie.

Seguí mi camino, hacía tanto tiempo que no iba caminando a la escuela, que el camino me fue un poco desconocido al principio. Después de un rato ya estaba cansada y respirando con un poco de dificultad, me recargue en un árbol cercano y tome hondas respiraciones, ese cansancio creo que iba empeorando; pero era viernes por fin, tendría el fin de semana para poder descansar bien, en la tranquila soledad de mi casa; mientras tanto tendría que hacerme a la idea de que si seguía sintiéndome mal, el día sería tormentoso y bastante agotador.
Era la típica escuela americana, con sus largos pasillos abarrotados de estudiantes, todos con algo nuevo que contar, pero claro estaba no a mi.

El día pasó lentamente y mi última clase del día era literatura. La clase que había pasado de matemáticas, fue realmente difícil; a la profesora Strite se le había ocurrido la grandiosa idea de hacernos un examen sorpresa, y no había podido contestar mucho, debido a mi mala concentración de estos dos últimos días.
Me dirigí al aula donde era la clase de literaria y las chicas ya se encontraban esperándome.
--y bien… ¿te has sentido mal Tam?—me preguntó tímidamente Aline.
--No, bueno... no mucho, solo que no pude dormir muy bien anoche—le respondí haciendo una mueca de disgusto, recordando lo que había visto en mi sueños.
--Sé que no quieres que te hostiguemos con esto pero… si te sientes mal, dinos por favor—dijo Julissa sentándose a mi lado. Fue entonces cuando él entró en el aula. Estaba increíblemente atractivo, tal como el día anterior; nuestras miradas se encontraron y pude sentir como el color subía por mis pálidas mejillas, duramos así por un tiempo, no supe exactamente cuanto fue, pero me había perdido en el verde intenso de su mirada.
--Buenos días clase—saludó el profesor Ryans entrando en el aula, y me obligué a apartar mi mirada de él. ¿Quién era aquél chico, que hacía que no dejara de pensar en el?, ¿Qué tenía él, que los otros chicos en la escuela no?, y lo mas importante ¿Cuándo me había vuelto tan débil? Definitivamente algo no andaba bien últimamente, y comenzaba a sospechar que era yo la del problema.
--Señorita Fontage, su tarea—dijo el profesor parado justo a un lado de mi silla, sacándome así de mis cavilaciones sin sentido.
--…lo siento, ¿qué?—pregunté totalmente desorientada.
--Que donde está su tarea señorita Fontage. No por que sea la estrella en esta escuela es diferente—comenzó a decirme tal y como siempre lo hacía. El profesor Ryans y yo nunca nos habíamos llevado bien, no se había podido establecer la relación maestro-alumno que debía ser, siempre sin algún motivo aparente comenzaba a atacarme, por según sus ideas “el especial trato que yo recibía” de parte de otros profesores. Eso era absurdo, ese “trato” era como a cualquier otro estudiante, ser destacada en clases, claro estaba tenía algunos beneficios. Pero ésta vez no iba a dejarlo sólo así, el no lo sabía, pero me pondría contra la pared. —ah casi lo olvido, trabajará con el señor Vladimir Douglas en su proyecto mensual—continuó él, mirándome con sorna y sonriendo con satisfacción. Mis ojos casi se salen de sus órbitas, ¡esto no podía ser verdad!, claro estaba que aquello solo era el comienzo de una pesadilla, al menos yo prefería creerlo así. Giré mi cabeza hacia atrás, ahí estaba él, sin expresión alguna en su rostro, apacible como si fuera un retrato. Salí un poco de mi shock y alcancé a susurrar un débil. —¡¿queeeeé?!—me quería morir.

El timbre sonó y todos se apresuraron a salir como una estampida de animales salvajes, yo quería escapar rápido de ahí. Me escabullí entre algunos chicos y salí al pasillo, rápidamente me dirigí a mi casillero.
--Parece que estas tratando de huir—dijo una provocativa voz a mis espaldas mientras abría mi casillero, cerré mis ojos maldiciendo por lo bajo y lentamente volteé, tratando de verlo con la mas irónica de mis sonrisas y le hice frente.
--No te creas tan importante—le dije orgullosamente y seguí guardando mis cosas. Trataba de prolongar un poco más el tiempo, pero él permanecía ahí, firme como una roca y mirándome con esas hermosas perlas verdes que tenía por ojos. Me dí cuenta de que nos encontrábamos solos en el pasillo, ¡pero que rápido se habían ido todos!, y otra cosa de la que me dí cuenta, fue que en cierto modo me agradaba que estuviera ahí, claro estaba que no se lo iba a demostrar, así es que me mantuve al margen. El silencio entre nosotros seguía prolongándose, pero no era incómodo. Cerré la puerta del casillero y aun seguía mirándome con… ¿fascinación?, realmente hacía que mis mejillas se sonrojaran y que mis piernas flaquearan.
--amm…si quieres puedo darte una foto, creo que podrá durarte mas tiempo—dije tratando de sonar irónica, y comencé a andar por el pasillo hacia las escaleras, me sorprendió que él me siguiera.
--una foto sería buena idea… pero no sería tan gratificante como verte en persona—dijo caminando a mi lado, e hizo que las comisuras de mi boca se curvaran en una pequeña sonrisa, y pude ver que el también sonreía; era aun mas hermoso sonriendo, pero yo era demasiado orgullosa como para dejárselo saber.

Llegamos a las escaleras que bajaban hacia el primer piso, decididamente comencé a bajar el primer escalón, pero justo cuando me disponía a bajar el segundo, sentí como una fuerza invisible me empujó hacia delante, e hizo que diera un traspié y resbalara; casi pude sentir mi cara estampada en el piso de abajo, pero al contrario de eso, sentí un protector brazo tomarme fuertemente por la cintura. Aun eso no fue suficiente, unos segundos después ambos resbalamos y terminamos en el piso de la primera parte de escaleras. Caí encima de su bien formado abdomen, según lo que pude sentir. Volteamos a vernos, estábamos muy cerca el uno del otro, y no pude reprimir una carcajada.
--Lo… lo siento—dije levantándome y riendo. Después el se levantó también y reímos juntos. Había sido dulce de su parte tratar de sostenerme para no caer, pero muy divertido el hecho de que no había servido de mucho, solo había podido amortiguar mi caída. —Gracias por tratar de sostenerme—le dije aun riendo.
--No hay de que, pero no resultó muy bien—respondió sonriendo me también. Entonces también vi un lindo brillo en sus ojos, casi hipnotizaban y era imposible no perderse en ellos, me sentía tan bien, hasta el cansancio del día se había logrado disipar de mi mente. — ¿puedo acompañarte a tu casa?, si quieres, claro está—me preguntó tiernamente, y con cierto nerviosismo mientras bajábamos el resto de las escaleras. ¿Cómo negarme a eso?, era sin exagerar, el chico mas lindo con el que me había topado. –Si, ¿por qué no?—Asentí dándole una sonrisa.

Julissa, Aline y Jack entraron por la puerta y nos miraron, pude ver cierto atisbo de rabia en la mirada de Jack.
--Llevamos siglos esperándote Tam—dijo Aline, rompiendo el incómodo silencio que se había formado con su llegada.
--si, mejor vámonos Tam—le siguió Julissa rápidamente.
--chicos… amm… si no les molesta, iré con Vladimir hoy—dije sonriéndoles y señalando al atractivo chico a mi lado.
--oh!—dijo Aline con un poco de sorpresa. —Está bien Tam, nos vemos mañana entonces—se despidió ella dándome una sonrisa cómplice. Julissa la siguió, pero Jack seguía parado ahí, con sus manos formando puños, y cedió sólo hasta que ambas chicas tiraron de él hacia la salida.

Ese había sido un momento verdaderamente incómodo. Pasados unos minutos salimos de la escuela y nos dirigimos hacia mi casa. Me sentía extrañamente cómoda son su compañía, con ningún chico antes me había sentido de ésa forma, y habían sido varios.
Caminábamos por el camino que llevaba a mi casa, por unos minutos en silencio, después me dispuse a romper el silencio.
--así que… ¿de dónde vienes?—
--Bueno pues, vengo de Inglaterra—respondió él.
--¡OH vaya! ¿Inglaterra?, jamás lo hubiera pensado—dije un tanto sorprendida. –no lo tomes a mal, es que no tienes su acento—dije rápidamente, pensando en que igual pudiera haberlo malinterpretado. Él solo me dio la más linda de las sonrisas que pude haber visto.
--Es que he vivido por un tiempo en Estados Unidos, creo que me he acostumbrado a su forma de hablar—.
--wow, y… ¿Qué tal es la vida en Inglaterra?—pregunté curiosa.
--Todo depende del lugar en donde vivas, yo por ejemplo vengo de Fulham… es un lugar tranquilo—.
--bueno, como ya te habrás dado cuenta aquí es bastante tranquilo tambié—dije señalándole un poco el lugar por donde caminábamos, no había absolutamente nadie en la calle, eso era raro considerando que eran las casi las cuatro de la tarde. Asintió sonriendo.

Llegamos a mi casa, y me acompañó hasta el porche, estando ahí nos quedamos en silencio unos segundos, él se colocó frente a mi, dejándome así una mejor vista de su hermoso rostro, como ya bastantes veces en el día, quedamos mirándonos uno al otro muy fijamente, pero algo era diferente esta vez, repentinamente un destello de luz escapó de sus ojos hacia los míos.

Las imágenes del sueño que había tenido la noche anterior pasaban frente a mis ojos, revolviéndose así con el tiempo real, haciendo esa vista aun mas aterradora, sentí como mi cuerpo comenzó a tener pequeños espasmos, los cuales iban aumentando en intensidad según pasaban las imágenes y el tiempo, también pude sentir que me sujetaba fuertemente de los brazos para no caer, no estaba completamente consciente, todo se mezclaba y no me permitía ver con claridad.
Un último espasmo, fue mas fuerte que todos los demás, hizo que mi cuerpo diera una violenta sacudida y se quedara quieto. Quedé mirando hacia Vladimir con los ojos muy abiertos, y mi respiración demasiado agitada, el me miraba de una forma extraña, pero no había miedo, sino preocupación y creo que hasta un cierto punto, frustración. Traté de tranquilizarme un poco y entonces me deje caer en sus fuertes brazos, completamente muerta de miedo; él me estrechó fuertemente contra su cuerpo, fundiéndome así en un protector abrazo.

1 comentarios:

X Miranda dijo...

Hola Maddie!!

Tu igue escribiendo linda :)
a mi me encanta como lo haces, de verdad!! y cualquier cosa que necesites por favor, solo hazmelo saber.

Ah ! y `por favor, agregame

tinta_color@hotmail.com :)

Un beso

Ely Cervantes

Publicar un comentario